Tartagal, la pérdida del bosque protector

Leemos en el excelente Manual elaborado por el PNUMA con motivo de la campaña PLANTEMOS PARA EL PLANETA, el texto Regalos de los árboles, del que extraemos este fragmento:
Suelos y agua dulce: Más de dos mil millones de personas (casi la tercera parte de la humanidad) dependen de las zonas boscosas para proteger sus aguas.
En lugares donde la maraña que forman las raíces de los árboles fija el suelo y el manto que forma la cubierta de hojas amortigua la caída del chaparrón y lo convierte en ligeros chubascos, la lluvia penetra el suelo hasta los acuíferos subterráneos y alimenta los arroyos y los ríos. Sin embargo, las zonas deforestadas pueden perder hasta un 90% de la lluvia que les cae porque, en lugar de filtrarse hacia la tierra, el agua va a parar directamente a los océanos. Torrentes de agua de lluvia erosionan toneladas de la capa superficial, abren surcos y a veces arrastran consigo granjas.
Creemos importante tenerlo presente, en estos días en que aún lamentamos el aluvión que afectó a los pobladores de Tartagal en el NO de nuestro país.
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